Una vez realizada tu primera ruta de montaña o senderismo lo primero que echamos en falta es unas buenas botas de montaña. Y la pregunta siempre es la misma: ¿Cómo elegimos unas buenas botas de montaña?
Al principio probablemente las queramos para hacer rutas sencillas o incluso algún viaje de senderismo como puede ser El Camino de Santiago. Pero en ningún caso queremos equivocarnos por las molestias que nos puede acarrear un calzado y que precisamente el calzado en montaña no es el material más barato.
Mi recomendación es que dediquéis unos minutos a informaros para que tengáis una idea sobre el tipo de calzado que necesitáis, las características generales y la oferta que hay en el mercado. En caso de duda preguntad a la persona especialista de vuestra tienda de montaña preferida pero sobretodo seguid vuestras propias sensaciones.
¿Por dónde empezamos? Lo importante es elegir el calzado según la actividad que vamos a realizar. El lugar donde vamos a caminar nos dará una idea de la orografía y del tipo de terreno. Además tendremos en cuenta la estación del año y el peso que vamos a cargar. Nos tendríamos que preguntar ¿para qué las queremos? o ¿qué tipo de rutas vamos a realizar? A menudo salen aquí grandes epopeyas. Una pregunta más realista y que yo prefiero realizar es ¿qué tipo de rutas haces?

Tipo de calzado según el tipo de rutas que haces:
Veamos unas pautas básicas del calzado según el tipo de rutas que vayamos a realizar.
- Senderismo: Esto es si principalmente seguiremos caminos o sendas, lo que implica que nos moveremos en terrenos sencillos. Podremos llevar un calzado bajo y el dibujo de la suela o el tamaño de los tacos no tendrá demasiada importancia. Aunque personalmente yo sí que las cogería de media caña y con buen dibujo en la suela para que nos sirva si decidimos aventurarnos a una ruta algo más movida a no ser que lo tengáis muy muy claro de antemano, claro.
- Otoño y primavera o norte de España: tendríamos que tener muy en cuenta la impermeabilidad y el agarre de la suela sobre piedras mojadas.
- Invierno o terreno invernal (con nieve): botas que tengan un mejor agarre en nieve o hielo. Tendrán que ser algo más abrigadas para que no se queden fríos los pies, más técnicas y de caña alta. Tal vez incluso semirrígidas.
- Altos desniveles: Bota de media caña para que proteja el tobillo ante cualquier posible amago de torcedura o tropiezo.
- Treking o rutas de varios días: Tendré que tener muy en cuenta el peso de la bota y la amortiguación de la suela. Ésta es una característica que viene en las especificaciones técnicas de la caja.
Una vez conocida la respuesta vamos a ver qué características definen un calzado de montaña para saber en qué fijarnos y resolver cómo elegir unas buenas botas de montaña.

Caña o altura de la bota:
Esta característica hace referencia a la altura que sobresale o no en relación a nuestro tobillo y su función será protegernos éste de golpes o torceduras. Buscaremos cañas más altas cuanto más irregular sea el terreno y normalmente también va acompañado de mayor desnivel. La caña de una bota también nos protege de los elementos (barro, lluvia, nieve, humedad, piedrecitas, etc.), impidiendo que entren en el pie. Según la caña el tipo de calzado que vamos a encontrar es el siguiente:
Zapatillas de treking:
La caña llega justo hasta debajo del tobillo o maleolo pero agarra más que unas zapatillas de trail. Como era de esperar no nos vale para todo tipo de terrenos. Ventajas: más ligeras y menos calor. Desventajas: menos protección en el tobillo y fácil de que entre el agua. Hay de dos tipos:
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- De senderismo: Son ágiles y flexibles, con menos protecciones, y su suela no es tan agresiva. Son perfectas para senderismo o uso urbano.
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- De aproximación: Poseen características similares a las botas pero sin caña. Nacieron como necesidad para que los escaladores se aproximaran a las vías. Ha crecido su uso entre quienes prefieren zapatilla a bota. Ventajas: Poseen una suela propia para hacer rutas de montaña, con más protecciones o refuerzos y mayor rigidez de la suela lo que le da estabilidad.
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Botas de senderismo y treking:
En general las botas de senderismo y trekking son menos ligeras y menos ágiles, pero protegen y estabilizan más y nos ayudan cuando llevamos una mochila con peso. Las botas de media caña son un todoterreno y multifuncionales que sirven perfectamente para montañismo.
Las botas de senderismo es un calzado que veo ideal para rutas de media montaña, es decir, que ya vamos a subir algo de desnivel (a partir de los 300m de desnivel) y el terreno será algo más técnico, es decir, con irregularidades y desniveles más abruptos.

Características del calzado:
Protección:
El calzado de montaña debe proteger nuestros pies. Cuando andamos por la montaña, es fácil recibir golpes especialmente en la zona frontal. Por eso, el calzado de montaña debe llevar una puntera de goma reforzada que proteja nuestros dedos. Pero si nos fijamos en cualquier calzado también lo suele llevar en la talonera y en los laterales. Cuánto más técnico o accidentado sea un terreno, con piedras y desnivel, más debería de estar protegido el pie con estas protecciones. Desventaja: la bota será más pesada y esto se debe tener en cuenta en rutas largas.
La Suela:
El tipo de suela nos va a proporcionar: estabilidad, amortiguación y agarre al terreno por el que vamos caminando. Por lo que nos prevendrá de sobrecarga articular y caídas, principalmente. Esto es importante a nivel de nuestra seguridad. Veamos estas características por separado:
La estabilidad:
La estabilidad nos la va a dar la dureza de la bota. Es una característica especialmente importante en condiciones de nieve o hielo, aunque por otro lado será una bota más pesada y rígida. Esta característica la acabarán pagando nuestros pies con mayor cansancio, molestias o incluso dolor de pies, hacia el final de la ruta. Esto viene a decirnos que no elijamos una zapatilla más técnica de lo que realmente vamos a utilizar. Ya que más técnica puede ser también más incómoda. Existen diferentes tipos de dureza:
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- Blanda: Son botas para usarlas sin nieve o hielo, es decir, la mayor parte del año. Pueden usarse con crampones de correas, ya que éstos son válidos para todo tipo de calzado.
- Semi rígida: Son botas para usarlas por nieve y/o hielo. Puede usarse con crampones semi automáticos.

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- Rígida: Son botas para hacer alpinismo. Puede usarse con crampones automáticos.
La amortiguación:
La amortiguación: Si la ruta es una travesía de varios días y requieres ir con una mochila es fundamental un buen calzado que amortigüe nuestros pies para evitar tener dolor en las plantas y en los huesos del pie.
El agarre:
En cuanto al agarre existen diferentes tipos de suelas:
- Vibram: Es el nombre de una patente o marca registrada, por lo que conllevan un incremento del precio. Es la suela más frecuente y probablemente la mejor que podamos encontrar. Es nuestra suela favorita y utilizada por la mayoría de fabricantes de calzado. Aunque a veces en suelos duros y húmedos, el agarre puede no ser el deseado.
- Omni-Grip : Es la suela que utiliza la marca Columbia para abaratar sus botas.
- Contagrip : Es la suela utilizada por Salomon y Adidas.
- Continental: utilizada principalmente en calzado de trail y el material usado es caucho de la misma marca de neumáticos. Apenas hay botas que hagan uso de esta suela.
El dibujo de la suela:
El calzado de montaña o senderismo tiene determinados dibujos o con diferente grado de profundidad según el tipo de terreno en el que nos vamos a mover. Según esta característica encontraremos diferentes tipos de suela. Estos son:

- Suela con tacos menos marcados: Serán suficientes para realizar rutas de senderismo, es decir, por senderos y caminos.
- Suela con tacos más marcados: ofrecerán un mayor agarre. Suele ir acompañado de dibujos multidireccionales. Es ideal para rutas en terrenos más técnicos e irregulares que suelen ir asociadas a rutas de mayor desnivel.
De tanto hablar de la suela es normal que ésta se acabe despegando, jaja. Bueno, ahora en serio: es más o menos frecuente que lo primero que se estropee en una bota sea la suela: despegándose o que la suela quede lisa y sin dibujo. Si el resto de la bota está en perfecto estado, puede merecer la pena reparar o cambiar la suela. Pregunta a tu zapatero o en tu tienda de montaña habitual.
El interior de la bota
Cada marca y modelo fabrican una horma diferente y cada persona tiene los pies con una anchura diferente, por lo que no es suficiente con saber el número de pie hay que probarse las botas antes de comprarlas. La horma también puede variar según el modelo, así que no nos queda mas remedio que probarlas.
Otro detalle a valorar es el tipo de plantilla. Cada fabricante de botas de montaña diseñan su propia plantilla y algunos incluso tienen tratamientos especiales contra la aparición de hongos, malos olores, etc. Pero un factor importantísimo es que ésta se amolde a nuestro pié y que no sea rígida.
Es recomendable probarse ambas botas y comprarlas con medio número más del que calzáis habitualmente. Si lleváis una bota de montaña con el mismo número que soléis calzar probablemente os sintáis cómodos en terrenos llanos o en subidas, pero durante las bajadas es donde vienen los problemas. Este surge porque el pie se desplaza unos milímetros hacia delante en bajadas más o menos pronunciadas, chocando los dedos de los pies en la puntera produciendo molestias e incluso dolores bastante serios.
Os aconsejo probaros las botas y dar con la puntera al suelo. Si vuestros dedos chocan con exceso con la puntera, necesitáis por lo menos medio número más.
Transpirabilidad versus impermeabilidad:
Es la membrana que impide que nuestros pies se mojen y si la bota es buena que a su vez debería de permitir que los pies transpiren lo máximo posible.
Ahora bien ¿cómo se consigue que un calzado sea impermeable pero transpirable a la vez, es decir, que evapore el sudor?. El calzado con membrana soluciona este problema, ya que permite al pie transpirar a la vez que es impermeable. Pero hay que tener en cuenta que, a pesar de ser transpirable, no lo es tanto como un calzado sin membrana.

Estas membranas han conseguido un resultado excelente. Están hechas con unos poros muy pequeños, tan pequeños que una gota de agua no es capaz de traspasarlos pero a su vez tan grandes como para que el vapor de agua que genere nuestro cuerpo pueda salir.
Muchos fabricantes de calzado fabrican su propia membrana con el objetivo de reducir el precio de sus botas, tal como hemos visto en las suelas. El problema viene que sus recursos no son exclusivamente para el I+D en membranas impermeables y transpirables, por lo que el resultado final no es tan bueno como el de las empresas que se dedican exclusivamente a ello como la empresa química Gore. No obstante funcionan relativamente bien y para un uso no demasiado cañero nos pueden funcionar a la perfección.
Dentro del tipo de membranas tenemos un buen grupo a elegir como :
- Gore-Tex : Es la más utilizada por casi todas las marcas y la más recomendada. No obstante las botas que llevan esta membrana pagan a Gore por su uso, que se verá repercutido en el precio de la bota.
- OutDry : membrana de origen italiana comprada por Columbia.
- Dri-Tec : usada por Hi-Tec, de baja calidad normalmente.
- Dry-Line : usada por Boreal.
- M Select Dry : usada por Merrell..
Aislamiento térmico o no:
No existen botas específicas según la estación del año. Pero sí vamos a encontrar botas que reúnan características para ser usadas en invierno (nieve o hielo): suela más rígida, mayor dibujo de la suela, etc y que van a estar acompañadas por un mayor aislamiento térmico. Y por otro lado las botas que carezcan de membrana serán botas para ser usadas en primavera – verano, que serán más fresquitas y no tendremos el riesgo de que se nos sobrecaliente el pie.
Condiciones personales:
Finalmente, existen las condiciones personales de cada uno y éstas pueden hacer que busquemos un tipo de calzado más concreto o que nos fijemos en unas característcas antes que en otras. Algunas de estas características personales son: Personas con facilidad a torcerse el tobillo (requiere bota de caña media o alta), plantas de los pies sensibles (necesita una suela más dura), pies con tendencia a enfriarse (habrá que buscar un calzado con más protección en este sentido y unos calcetines más calientes). Hormas de pies anchos o estrechos: ahí te tendrás que ir a determinadas marcas.
¿Qué tipo de calcetines uso?
Tener un buen calzado y descuidar los calcetines que usas en la montaña puede pasarte factura. Merece la pena que hagamos un pequeño paréntesis para hablar de los calcetines.
Lo ideal es comprar calcetines de calidad y como mínimo que sean específicos de montaña, son los llamados calcetines técnicos. Fíjate que tengan no tengan costuras (costuras planas), para evitar rozamientos y la posible aparición de ampollas. Tienen que ajustarse a tu pie perfectamente, y tiene que estar fabricado con materiales técnicos que garanticen la evacuación del sudor y la regulación térmica de frío y calor. Probablemente la puntera y el talón vendrán reforzados y acolchados, para mejorar el confort. Para volver con lo que estábamos hablando: si compas unos calcetines específicos de montaña y de calidad sin duda serán transpirables. Asunto de la transpirabilidad de los calcetines resuelto.

Como habéis visto este es un mundo apasionante a la par que complejo, pero seguro que ya tenéis una idea mucho más clara de en qué fijaros a la hora de elegir unas buenas botas de montaña.
Ahora que ya tienes botas o por lo menos estás en ello. ¿Tienes algún plan para salir a la montaña? Échale un vistazo a nuestras rutas y viajes.